LA LEY ES PARA TODOS

Salud Asdrúbal.

Querido hermano los fríos días de este invierno me hacen pensar y recapacitar sobre las cosas que pasan en Hispania. La gente protesta porque la aplicación de la Ley no es  de gusto, todos sabemos que la Justicia es ciega y no hace más que aplicar lo que los legisladores aprueban.

¿Por qué queremos aplicar la Ley a algunas cosas y para otras nos desagrada?

Hay personas que defienden su concepción partidista de ella, exigen su cumplimiento mientras no se vea entorpecida por su «visión» de la misma. Exigen que la espada caiga sobre algunos, pero luego después justifican «benevolencia» cuando se trata de aplicar esa misma espada a un mismo acto, pero realizado por uno de sus «acólitos».

Los nuevos mesías que quieren el Poder, de ahí los podemitas, exigen las más duras penas para los demás, pero cuando ellos comenten las mismas irregularidades, los definen como un ataque contra sus libertades. Insultan, pero a ellos no se los puede replicar. Exigen que su libertad a decir lo que piensan sea respetada pero luego al más mínimo ataque salen  diciendo que se los ataca por sus ideas y no los malos actos cometidos. Sus falacias inundan las mentes de las buenas personas que buscan que alguien se ocupe de ellos y de sus problemas.

Quieren redistribución de las riquezas pero ellos mantienen ritmos de vida dignos de los fenicios y de Sibaris. Odian lo que representó su vida pasada ¿qué los lleva a ese odio? ¿qué resentimiento los lleva a ese exacerbado odio? Ellos, que se dedicaron a menospreciar las ideas de otras personas, no admiten ahora el menosprecio a sus actos.

Buscan a nuevos ídolos a los que adorar ¿Dónde quedó su adoración por sus ídolos pasados? Reniegan de las ideas que defendieron a sangre y fuego.

Recuerdas Asdrúbal que Cartago siempre fue fiel sus ideales, no cambian como Roma. Los Hispanos parecen hijos de ella, se desdicen de sus antiguos ideales, adoran a los nuevos dioses, pero que no se lo recuerden, ya que borraron de su mente esos días de sus vida. Exigen respeto a las críticas que lanzan, y se escudan en falta de principios.

Asdrúbal, respeta incluso a los que no piensan como tú, pues de todos y cada uno de los que forman Cartago se aprende. Se fiel a tus principios, pues ellos formaron tu ser. Defiende el derecho a decir lo que piensas, y defiende que los demás puedan decir lo que piensan. Te pueden tachar de caduco, pero es preferible eso a perder tus principios. Recuerda que la Ley es lo que nos convierte en lo que los griegos llaman demócratas.

El imperio de la Ley es lo que nos separa de las dictaduras de una persona o de una facción, hay que respetarla y no moldearla según plazca a unos pocos. Un demócrata se plegará a ella, aunque el más horrendo de los asesinos quede libre, la Ley es para cumplirla aunque no nos guste, es la Ley, no para sea moldeada y pedir su aplicación ahora sí, ahora no, depende según nos convenga.

Querido hermano, que los dioses de nuestros ancestros te acompañen. No dejes que los nuevos sacerdotes corrompan tu alma.

Tu hermano.

Aníbal