REGRESO AL PASADO

Salud Asdrúbal.

He estado reunido con mi consejo estos días y, por fin, hemos encontrado la solución a los problemas que acosan a Hispania, regresar a tiempos pasados. Dice un viejo proverbio «cualquier tiempo pasado fue mejor». Efectivamente allí encontraremos la solución.

Regresemos a los tiempos de los antiguos gobernates. A los tiempos que reclaman esos movimientos que surgen. A los tiempos de aquellos gobernates que fueron los más poderosos de su tiempo. A los tiempos de Imperio Hispano.

Cuando una nueva dinastía llegada de la frontera de Germania; austriacos creo que los denominaban, Hispania estaba dividida en reinos cuya unica unión era dinástica, tenían el mismo Rey. Contaban con hacienda distinta, aduanas, cecas de moneda. Estaban gobernadas por un representane real, que denominaba Virrey, que tenía poderes absolutos. Sus Cortes de representantes raramente se reunían, según sus diarios de sesiones y anales históricos.

Su antigua Ley volverá a estar vigente, unas leyes que castigaban a los pecheros y reunían una serie de privilegios de las clases dirigentes, unas leyes que  según ellos hace 300 años se les arrebataron.

Querido hermano nunca he entendido a los hispanos, se matan entre ellos y la única manera de unirlos es cuando les invaden o cuando pratican ese extraño juego de pegar patadas una bola de cuero. En este raro juego se unen a bandos aunque no sean de su región, aquí les da los mismo de donde sean y donde vivan. En este juego puedes ser del bando contrario al de tu ciudad, pero sólo mientras sea practicando esta raro deporte, que ha llegado de la tenebrosa Britania y lo llaman balompié, es muy raro; como dicen los galos «estos hispanos están locos».

Asdrúbal hermano mío que los dioses te sean propicios y guíen tu pasos.

Tu hermano

Aníbal

 

 

 

 

¿POR QUÉ TANTO ODIO?

Salud Asdrúbal.

Salgo de mi retiro para llorar de pena por el pueblo Hispano, no entiendo el porque de tanto odio que ha salido a la calle en estos días. Los Hispanos siempre han descargado sus incertidumbres en los gobernantes, ahora que el Rex de los Iberos abdica en su hijo, se ha desatado un odio a lo que respresenta, una representación que los iberos se dieron a  sí mismos, puede que está forma sea imperfecta y no sea la mejor, pero es la que se decidió, y ¿Por qué no respetarla?.

Puedo entender que haya ciudadanos que no estén de acuerdo con la Monarquía, pero eso se puede defender sin insultos, sin quemar signos que otros ciudadanos apoyan, lo cual me parece una falta de respeto hacia esas personas que con su voto decidieron y deciden la forma de gobieron que quieren.

¿Son las algaradas callejeras más relevantes?

Las cosas se pueden hacer de muchas maneras pero no creo que el odio deje ver bien las cosas, entre otras cosas, y valga la redundancia, ya que éste no nos deja ser ecuánimes y nubla la vista y el sentido.

En estos días he visto quea  los que defienden la Monarquía se les tilda de todo, ¿por qué? ¿son estos ideales menos representativos que otros? ¿no son respetables?

Todo lo que esta pasando me recuerda los convulsos días de la Transición, menos, por mucho que les pese a algunos, los ruidos de sables. En aquella época se decía que las legiones romanas estaban vigilantes. Actualmente la sociedad civil manda y las legiones están calladas y gozan de gran prestigio.

Por qué algunos se empeñan en destruir algo por lo que nuestros padres lucharon. Tan mal nos va. Hay países que no discuten lo que sus padres o abuelos les legaron y aquí queremos acabar con ello y quieren volver a enfretarnos.

Querido hermano tu bien sabes que la vida me ha dado muchos sabores agradables y otros que no se los recomendaría ni a mi peor enemigo, pero no he echado la culpa a nadie de mis desgracias. Siempre asumí mis derrotas como propias.

La sociedad actual echa la culpa de sus desgracias a otros, pero los golpes nos enseñana a levantarnos y aprendemos de nuestros errores. El país no tiene la culpa de ello, nuestras desgracias las encubamos nosotros y las parimas.

Querido hermano sólo me decirte que al Rey nuevo le deseo un largo y próspero reinado.

Tu hermano

Aníbal