Salud Asdrúbal.
Querido hermano he estado dando vueltas a mis pensamientos y creo firmemente que en Hispania sería necesaria una segunda Transición, pero mi corazón alberga serias dudas sobre los políticos actuales.
¿Tendrían altura de miras? ¿dejarían de lado sus personalismos y buscarían el bien común? Son muchas las dudas que me asaltan sobre lo que podría pasar. Y siento escalofríos sólo pensándolo. No obstante, creo que es necesarío hacerla.
Habría que reformar el Reino de los pies a las cabeza, habría que quitar organismos caducos de siglos anteriores, diputaciones creo que las llaman y adecuar los órganos de poder al momento actúal, pero separados de una vez por todas, para contrarrestar su poder y que se vigilaran mutuamente de verdad y no como hasta ahora.
Pero los hispanos han demostrado que ingobernables, tanta tribu y cada uno por su lado. No obstante te adjunto una serie de reflexiones para que las veas y discutas con los notables de las tribus, pero sobre todo cuenta con cada uno de ellos pues la envidia y los personalismos anidan en sus corazones.
Las Cortes de Notables se ven que son inapropiadas, y por qué no dividir Hispania en distritos electorales, además dichos distritos están ya hechos, que mejor distribución que las comarcas.
Creo recordar que hay 324 comarcas de suelo y tierra, más las dos plazas africanas y las siete islas allende de los mares. Aquí tendríamos ya los distritos electorales. Cada Comarca suele tener los mismo problemas, sus habitantes se sienten plenamente identificados con su entorno. En algunas provincias hay una gran diferencia entre una parte y otra, y sus problemas no son los mismo, mejor imposible. De ahí saldrían elegidos los comarcanos. Me agrada el nombre, mejor que diputado, además este comarcano estaría cerca de sus electores, estos le conocerían y sabrían de una vez por todas quien los representanta.
El Senado, ese mastodonte inoperable tendría que desapacer y el nuevo Consejo del Reino, podría asumir algunas de sus funciones, este nacería de él, debidamente reformado y sus miembros elegidos, por los ciudadanos, no por los politicos y con verdadero poder de mejorar las leyes. El Consejo de Estado, otro cosa que no se sabe muy bien para que vale, y el Tribunal Constitucional podrían también desaparecer. El Consejo del Reino, nombre por otra parte muy apropiado, tendría que asumir las funciones de los tres, además de ser un órgano judicial para ciertos asuntos políticos.
Hay una cosa muy importante y de relevancia. no se podría hacer y aprobar leyes inoperantes, esto es, si no hay dinero para aplicar una ley esta no se puede aprobar. Hispania es uno de los países donde más leyes inútiles hay y donde menos se aplican ya que no existe dinero para poder utilizarlas adecuadamente.
Como verás Asdrúbal en realidad casi todo lo necesario para reformar Hispania esta ya hecho, faltan lo más importante las ganas de hacerlo. El problema es el mismo de siempre los personalismos, el egoísmo de los dirigentes tribales hispanos.
En cuanto a los corruptos el peso de la ley debe caer inexorablemente sobre ellos y aplicar la Ley con su máxima dureza a todos sin excepción, pero volvemos a lo mismo, la falta de visión de los jefes tribales y su corparativismo. Y lo que no ven es que si terminaran con su corporativismo, y fueran los primeros en desterrar a los compañeros corruptos saldrían ganando; pues los incorruptibles, los nobles de espíritu no se verían arrastrados al abismo.
Es necesario primero reformar Hispania, sangre nueva, personas comprometidas con la labor de futuro que es necesaria.
Los dirigentes caducos, acomodados en su triclinium, no son necesarios, los que se empeñan en acomodarse y vivir de Hispania, y no de su esfuerzo. Los que viven de la ubre de Hispania no son los que se necesitan. Se necesitan los que ayuden a llenar los silos de Hispania y no los vacien para llenar los suyos. Los que aportan y no cogen. Los que unen y no separan. Los que quieren justicia pero no venganza, los nobles de corazón. Los que escuchan y no los que parlotean.
Mi querido hermano, Hispania posee toda esta gente que son mayoría. Hay que desterrar de nuestros corazones a esa envilecida minoría que nos quiere corromper y se aprovecha de la buena fe de las gentes de las tribus de Hispania.
Asdrúbal querido hermano termino mi misiva.
Que los dioses te guarden
Tu hermano
Aníbal.